“La abogacía es una profesión con alto sentido de la responsabilidad social, lo que genera un compromiso del profesional para con el Estado y con la sociedad.”
La Comisión Nacional de Disciplina Judicial, órgano encargado de investigar la forma en que los abogados ejercen su profesión, confirmó la sanción impuesta a un profesional del derecho por no pagar las expensas comunes de un apartamento que había recibido en administración.
En efecto, en primera instancia, la Sala Jurisdiccional Disciplinaria del Valle del Cauca había sancionado al abogado con suspensión de tres (3) meses en el ejercicio de la profesión y multa de un (1) salario mínimo legal mensual vigente, porque en calidad de administrador de un apartamento sometido al régimen de propiedad horizontal, propiedad de su cliente, omitió el pago de las cuotas de administración de los años 2017 y 2018, con el argumento de que no le cancelaban los cánones de arrendamiento, quienes ocupaban el apartamento que le fue confiado.
Para llegar a tal decisión, la citada Sala concluyó que la conducta del abogado ocasionó un perjuicio económico a su clienta, puesto que debido a su negligencia se inició un proceso ejecutivo en su contra que pudo terminar con la condena al pago de intereses moratorios y costas procesales. Se estableció que el abogado estaba en la obligación de cancelar de manera oportuna las cuotas de administración a la Unidad Residencial, sin embargo, no lo hizo, siendo que recibió el dinero por concepto de cánones de arrendamiento, valor que estaba destinado al pago de las cuotas de administración correspondientes, generando un retraso injustificado y adeudando a su cliente la suma de $87.000 para el año 2017 y $834.000 para el año 2018.
En segunda instancia, la Comisión Nacional de Disciplina Judicial, al confirmar la sentencia, consideró que con el actuar del abogado, se vulneró la confianza que la poderdante depositó en él, con el fin de que la representara en la administración del inmueble de su propiedad, debido a que “el ejercicio de la abogacía implica más que un contrato particular con su cliente; ésta es una profesión con alto sentido de la responsabilidad social, lo que genera un compromiso del profesional para con el Estado y con la sociedad.”
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